Hacia un mundo en el que conducir será una opción
Estamos viviendo una nueva revolución catapultada por la llegada de los vehículos eléctricos, conectados y autónomos, en la que gran parte de la infraestructura está a punto de ser fuertemente transformada por la digitalización de todo lo que nos rodea de tal manera que los coches están más cerca de convertirse en dispositivos digitales como los teléfonos móviles.
4 de agosto 2022

Madrid, 4 de agosto de 2022. – Si hay algo que cambiará con la llegada del 5G a nuestras vidas, es nuestra forma de pensar en la movilidad. Es cierto que aún tendremos que esperar unos años para poder subirnos a un vehículo totalmente autónomo, pero paso a paso, los nuevos avances tecnológicos nos llevan en esa dirección.
Tecnologías como el 5G o el edge computing permiten nuevas formas de comunicación con las máquinas. El objetivo es conseguir una conectividad masiva entre los vehículos y otros elementos y actores de las carreteras, lo que permitirá a los conductores ser advertidos al instante de peligros y situaciones adversas.
Desde los años 30, y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, gran parte de la economía mundial empezó a funcionar a todo gas con la ayuda de una infraestructura que daba prioridad al automóvil, lo que impulsó un gigantesco ecosistema que regulaba y permitía el uso de estos vehículos: autoridades de tráfico, autoescuelas, permisos de conducir, calles asfaltadas, aceras, autopistas, rotondas, viaductos, túneles, semáforos, señales de tráfico, neumáticos de goma, extracción de petróleo, refinado de petróleo, etc.
Se han destinado múltiples recursos en todo el mundo para diseñar, construir, operar y mantener toda la cadena de valor que soporta los vehículos y se han desbloqueado decenas de billones de euros de valor en las últimas décadas.
«La seguridad es el principal punto de preocupación para las futuras carreteras inteligentes y, al ser plataformas digitales, estas infraestructuras deben estar tan protegidas contra las ciberamenazas como cualquier otro activo digital. Telefónica ha desarrollado una solución pionera que potencia la seguridad de las comunicaciones C-V2X basadas en 5G mediante la asignación de certificados criptográficos a los diferentes elementos que forman parte del ecosistema de las autopistas inteligentes”.
Roberto Galves
Business Development Telefónica Global Solutions
“Vamos a tener un largo periodo de tiempo, de 30 a 40 años, en el que habrá un entorno de tráfico mixto y creemos que es vital proporcionar la misma información a todos los usuarios de la carretera, independientemente del nivel de automatización de los vehículos. AIVIA se centra en ofrecer carreteras inteligentes para que sean más seguras, rápidas y fáciles de usar”
Adrian Talbot
Head of Centre of Excellence for Mobility at Ferrovial
Sin embargo, ahora estamos viviendo una nueva revolución catapultada por la llegada de los vehículos eléctricos, conectados y autónomos, en la que gran parte de esta infraestructura está a punto de ser fuertemente transformada por la digitalización de todo lo que nos rodea de tal manera que los coches están más cerca de convertirse en dispositivos digitales como los teléfonos móviles.
Ni que decir tiene que la industria de las TIC, y en particular las empresas de telecomunicaciones, están jugando un papel decisivo en esta nueva revolución automovilística, desarrollando y proporcionando tecnologías y servicios digitales que apoyarán globalmente el control progresivo de los vehículos como, por ejemplo, el C-V2X (Cellular Vehicle-to-Everything).
El C-V2X es un estándar introducido por primera vez por el 3GPP en 2017 que propone la arquitectura de las comunicaciones móviles y los casos de uso de los vehículos conectados a otros elementos del ecosistema, como, peatones (V2P), infraestructura (V2I), red (V2N) y otros vehículos (V2V). Desde 2017, el estándar evolucionó para soportar también el 5G, que resulta ser una de las principales tecnologías para permitir los coches autónomos.
Además de ser miembro activo del 3GPP, Telefónica participa en foros relevantes, por ejemplo, la 5GAA (Asociación de Autónomos 5G) y se está asociando con empresas que tienen un papel clave en esta revolución. Es el caso de Ferrovial, que también forma parte de la 5GAA y lidera una iniciativa multiempresarial llamada AIVIA que pretende planificar, diseñar y desarrollar las infraestructuras para la transición de las actuales autopistas, donde la conducción humana es imprescindible, a aquellas donde tocar el volante será una opción.
Según Adrian Talbot, Director del Centro de Excelencia para la Movilidad de Ferrovial, “vamos a tener un largo periodo de tiempo, de 30 a 40 años, en el que habrá un entorno de tráfico mixto y creemos que es vital proporcionar la misma información a todos los usuarios de la carretera, independientemente del nivel de automatización de los vehículos. AIVIA se centra en ofrecer carreteras inteligentes para que sean más seguras, rápidas y fáciles de usar”.
La seguridad es el principal punto de preocupación para las próximas carreteras inteligentes y, al ser plataformas digitales, estas infraestructuras deben estar tan protegidas contra las ciberamenazas como cualquier otro activo digital. Por ello, Telefónica ha desarrollado y demostrado con éxito en las instalaciones de pruebas de DEKRA en Málaga, España, una solución pionera de ciberseguridad que potencia la seguridad de las comunicaciones C-V2X basadas en 5G mediante la asignación de certificados criptográficos a los diferentes elementos que forman parte del ecosistema de las autopistas inteligentes, de forma que se construye un entorno más fiable.
Telefónica es la primera empresa de telecomunicaciones que desarrolla un sistema de este tipo siguiendo los requisitos de la Comisión Europea para las comunicaciones de los vehículos conectados y que lo integra en el nodo de ciberseguridad de la CE. DEKRA es una empresa líder en ensayos y certificación de Conectividad, incluyendo 5G, IoT, Wireless, Automotive C-V2X y ciberseguridad.
Este innovador avance está más cerca de lo que se cree. En una encuesta realizada por Mckinsey con 75 ejecutivos de diferentes empresas, los encuestados de Europa y Norteamérica esperan que los pilotos de carretera con coches autónomos de nivel 4 comiencen en 2025 y que los primeros despliegues masivos se realicen en 2026 para algunas aplicaciones, especialmente en Estados Unidos y en China.
Según Gartner, en 2023, los vehículos equipados con hardware que podría permitir la conducción autónoma sin supervisión humana alcanzarán las 745.705 unidades, frente a las 137.129 unidades de 2018. Este crecimiento provendrá predominantemente de Norteamérica, China y Europa Occidental, ya que los países de estas regiones son los primeros en introducir regulaciones en torno a la tecnología de conducción autónoma.
El futuro del transporte autónomo masivo y global está en marcha y es definitivamente digital. Telefónica Global Solutions y nuestras empresas hermanas del Grupo Telefónica están construyendo proactivamente un mundo en el que la conducción se convertirá en una opción.
Roberto Galves
BUSINESS DEVELOPMENT